La República Checa es un país situado en el centro de Europa, limitado al norte por Polonia, al este por Eslovaquia, al sur por Austria y al oeste por Alemania. Es conocido por su rica historia, su arquitectura bien preservada y sus paisajes variados, que incluyen montañas, bosques y ríos.
El relieve de la República Checa es variado. En el norte se encuentran las montañas de los Sudetes, incluyendo el punto más alto del país, el Sněžka, con 1,603 metros. La región central está dominada por las colinas y las tierras altas de Bohemia, mientras que al sureste se encuentra la región montañosa de Moravia.
El clima de la República Checa es continental templado, con inviernos fríos y veranos cálidos. Las precipitaciones son moderadas durante todo el año, siendo más abundantes en las regiones montañosas.
La población de la República Checa es predominantemente checa, con una minoría de eslovacos, gitanos y otros grupos étnicos. El idioma oficial es el checo y la religión principal es el cristianismo, aunque una gran parte de la población se identifica como no religiosa.
La capital de la República Checa es Praga, una ciudad famosa por su hermoso casco antiguo, su castillo y su vibrante vida cultural. Otras ciudades importantes incluyen Brno, Ostrava y Pilsen.