Luxemburgo es un pequeño país sin litoral ubicado en Europa occidental. Limita al norte y al oeste con Bélgica, al este con Alemania y al sur con Francia. A pesar de su tamaño reducido, Luxemburgo es un importante centro financiero y uno de los países más ricos del mundo en términos de PIB per cápita.

El relieve de Luxemburgo es variado, con la región septentrional de Oesling, caracterizada por colinas y bosques, y la región meridional de Gutland, que es más llana y densamente poblada. El punto más alto del país es el Kneiff, con una altitud de 560 metros. Luxemburgo cuenta con varios ríos importantes, como el Mosela, que forma parte de la frontera oriental del país.

El clima de Luxemburgo es templado, con inviernos suaves y veranos frescos. Las precipitaciones son frecuentes a lo largo del año, contribuyendo a los paisajes verdes y fértiles del país.

La población de Luxemburgo es diversa, con una mezcla de luxemburgueses y una gran comunidad de expatriados. Los idiomas oficiales son el luxemburgués, el francés y el alemán. La religión predominante es el cristianismo, principalmente católico.

La capital de Luxemburgo es la Ciudad de Luxemburgo, un importante centro administrativo y financiero que alberga varias instituciones de la Unión Europea. La ciudad es conocida por su casco antiguo fortificado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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